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Haz un diario de tus historias
Hace un tiempo leí una entrevista al director de cine Jim Jarmusch en la que decía que tenía la costumbre de apuntar en una libreta todas las películas que veía así como lo que le habían sugerido. Supongo que se trataría de ideas que se le habían ocurrido a raíz de aquello además de lo que le gustaba o no de cada una de las películas. Creo recordar que en el último año había visto cerca de 600 películas.
El caso es que cuando lo leí me pareció curioso pero no fue hasta hace un par de meses que decidí ponerlo en marcha conmigo mismo. Soy un gran aficionado al cine pero pensé ampliar mi diario de historias a todo tipo de formatos: libros, obras de teatro, historias populares, anécdotas escuchadas por ahí e incluso apuntes de historias personales. Esto me permite pararme a pensar una vez que una historia me ha llamado la atención por algo en concreto. No solo consumo la historia a toda prisa sino que procuro pensar por qué esa historia y no otra me ha llamado la atención, me ha conmovido, encaja en mi propia vida, etc. En definitiva trato de reflexionar sobre lo que esa historia me está aportando. Puede que sea el mensaje que esa historia esconde y con el que puedo identificarme o no (en cualquier caso es importante para mi relato vital por alguna razón ya que puedo posicionarme a favor o en contra). A veces no es solo el mensaje que una historia te transmite sino también la forma en la que lo hace. Puede que me haya llamado la atención el uso de los flashbacks, o las metáforas empleadas, o simplemente el lenguaje corporal de la persona que transmitió aquella historia.
Sé que esto tal vez sea demasiado friki para la mayoría de las personas. Y en cierto modo lo es. En la vida “real” no nos solemos parar a reflexionar sobre las historias que escuchamos a cada momento. Nuestro cerebro las filtra de una manera mucho más eficaz. Selecciona para construir nuestro relato vital aquellas que nos aportan y desecha las que no significan nada para nosotros. Y supongo que así debe ser, pues de otra forma nos colapsaríamos.
Pero yo he querido ir un paso más allá y tratar de analizar aquellas historias que, por una razón u otra, mi cerebro ha considerado que son importantes. Porque llevar esta especie de inventario de historias (no exhaustivo pues no están todas las que son) me sirve para memorizarlas (más aún) y para establecer conexiones entre ellas. Es fácil que una historia te recuerde a otra aunque a priori no parezcan tener mucho en común.
Y además, para mí también es importante llevar este registro porque esta es la materia prima con la que trabajo. Cuando se trata de ayudar a una marca a elaborar una estrategia de storytelling es necesario echar mano muchas veces de historias que ya hemos experimentado, incluso aunque finalmente no usemos esas historias. Pero usar esas historias con el cliente para explicarle lo que estás tratando de decir puede ayudarte sin duda. Y mi universo es más rico en la medida en la que conozco más historias, en la medida en la que soy capaz de echar mano de esas historias. Por eso una marca es más rica a la hora de realizar su storytelling en la medida en la que es capaz de acceder al universo de historias que le rodean. Y una persona tendrá más fácil usar historias en su día a día en la medida en la que se nutra de más historias (de todo tipo) y sea consciente de la cantidad de historias que circulan alrededor suyo. Incluso muchas veces se trata de historias personales que permanecían en silencio agazapadas entre nuestros recuerdos. Llevar un registro de historias nos puede ayudar a rescatar esas otras historias que revelan profundamente quienes somos. Se trate de una marca, de una organización o de nosotros mismos.
Así que, tomad papel y bolígrafo y empezad a escribir. O tan solo daros tiempo de vez en cuando para pensar en las historias que estáis consumiendo. ¿Qué os quieren decir? ¿Por qué son importantes para vosotros o no? ¿Os atraen u os repelen? ¿Por qué? ¿Qué otras historias os recuerdan? Empezad a tirar del hilo y ved dónde os lleva. Tal vez la historia que esté detrás de todo ello sea la mejor que hayáis escuchado en vuestra vida y esté esperando por vosotros.
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